La princesa engorda y el príncipe azul destiñe: 16 clichés sobre el amor y las relaciones (P-1)

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Temporada de clichés

Sin duda, una inagotable fuente de clichés tiene que ver con el amor y las relaciones de pareja. Algo habíamos adelantado en la entrada sobre el mito de la media naranja y ahora ampliaremos la mirada a todo lo que creemos y hacemos en nombre del amor.  Vale aclarar que esta no es una entrada sobre lo que debería ser el “amor romántico”. Es más, ni siquiera empezaré dando una definición sobre lo que es o no es; tal vez hable de lo que “me parece correcto”, pero siempre en el contexto que caracteriza a Mantenlo Simple Blog: cada quién llegará a sus propias conclusiones [sobre lo que entiende por amor]. Me atreveré a cuestionar aquello que considero desequilibrado y, sobre todo, buscaré que al final puedas llegar a una versión más sana, libre y genuina del amor, una versión tuya y sin clichés.

1. El amor lo puede todo: sí, lo acepto, yo era uno de los que creía en esta idealización, pero rápidamente y con sangre aprendí la lección. Creo que con facilidad a todos nos ha pasado, ya sea porque crecimos viendo telenovelas mexicanas o pasamos tardes de sábado o domingo viendo una que otra película romanticona con alguna novia (lo que hacemos los hombres por las mujeres…). Si hiciéramos el ejercicio de preguntar qué entendemos por amor o qué concepción tenemos de este, las respuestas serían tan singulares como cada individuo. Tal vez la coincidencia y la base de cliché esté en considerar el amor como alguna clase de energía o fuerza, sin mencionar el tremendo, delicioso y adictivo trastorno neuroquímico que nos genera… nadie lo puede negar. El tema es que, como cualquier aspecto humano, tiene sus límites.

Creer que el amor es invencible, todopoderoso, mágico y transformador es el cliché en el que varios caemos. Pensamos que por la mera “fuerza del amor” todo puede pasar, todo puede cambiar, todo puede ser nuevo, bonito y mejor. Esto es pensamiento mágico racionalizado. Adicional a esto una falsa y, si me lo permiten, “perversa creencia” sobre el amor es que “todo lo soporta”, “todo lo aguanta”, “es paciente…”. En el nombre  de esta creencia se maltratan muchas mujeres al año y muchas mujeres permiten ser maltradas.

Creer en el cliché de que el amor todo lo puede nos hace caer en extremos en los que nos aguantamos muchas cosas o incluso descartamos demasiado rápido una relación solo porque parecía que “él / ella no eran lo que buscábamos”. Adicionalmente, cuando somos nosotros mismos los que nos montamos en este cliché pensamos que nos tienen que aguantar por aquello de que “él / ella me tiene que querer así como soy…”, así sea que yo actúe como un patán o una tirana. Una cosa es la aceptación incondicional, que también tiene un límite práctico y otra distinta es tener que soportarse a alguien dizque “por amor” y además, producto de todo esto, pensar que cada que hiero a mi pareja no hay por qué disculparse. Qué tremenda equivocación.

Este cliché de que “el amor todo lo puede” es quizás uno de los más importantes sobre el amor romántico y deliberadamente lo ubico de primero porque en muchos casos es la base de los clichés que vienen a continuación.

2. Existe el amor a primera vista: no sé si sea derivado del anterior, pero veo que muchos hemos caído en este cliché del amor a primera vista con una pasmosa facilidad. No me pondré a juzgar si esto es verdad o no, si ocurre o no ocurre, e incluso por qué se da. Ese no es el punto. El tema es que creemos en el mito cultural de que la persona que nos falta la encontraremos mágicamente en cualquier momento.

Adicional a esto, después de que somos “presas” del amor a primera vista, descubrimos que es encantadoramente delicioso al principio porque nos enamoramos de una impresión, de las creencias que tenemos y del efecto halo que construimos alrededor de esa persona, pero en la medida que va pasando el tiempo nos damos cuenta de que en realidad ese ser es como es y no como “creíamos que era”… y sí, aceptémoslo, después tenemos el cinismo de decirle en tono de relcamo: “yo me imaginaba que eras distinta (o)…” ¡Y es verdad, estamos en lo cierto al decir eso! ¡El otro no tiene la culpa! En realidad nos estábamos imaginando una cosa que no era. Touché.

3. Tú eres el amor de mi vida, lo mejor que me ha pasado: muchos hemos dicho o nos han dicho esto. Algunas veces medio en serio, otras sólo por mera manipulación o en broma. Hagamos un ejercicio para poner las cosas en perspectiva: ¿Cuántas parejas has tenido en tu vida? Piensa y has la cuenta… Ahora, aunque comparar es un poco riesgoso, pregúntate ¿Cuál ha sido hasta ahora el “amor de tu vida”? Lo importante es que evalúes en detalle las razones que te das… Bien, ahora pregúntate ¿Con quién estás ahora? ¿Por qué estás con esta persona? Espero que a esta altura las respuestas te den un indicio de qué es lo que te “han dado” o te “han dejado dar” esas personas. Posiblemente tu respuesta personal esté por ahí.

Corin Tellado, fuente inagotable de clichés
Corin Tellado, fuente inagotable de clichés amorosos

Ahora bien, con el fin de enredarte un poco más la vida piensa en que tu existencia no ha terminado y que aunque hoy estés estupendamente al lado de alguien, tal vez puedas llegar a conocer otra persona en el futuro ¿Te suena aterrador? Sí, puede serlo, pero tranquilízate porque es el estupor del momento presente, pero no por eso deja de ser posible que en el futuro las cosas cambien y ustedes sean otros ¿Quién dice que no? Entonces sólo sabrás quién fue el amor de tu vida hasta después de morir ja, ja, ja… ¿Cómo la ves?

4. Esto durará para siempre / te amaré toda la vida: como ya habrás podido deducir, otro cliché que se asocia a los anteriores es el de que “el amor es eterno”… como si nosotros mismos lo fuéramos. ¿Me vas a venir a decir que en algún momento de alguna relación pasada el amor no se te murió o viceversa? Por naturaleza somos seres dinámicos, cambiantes, adaptables. Como decía un grafiti que vi alguna vez: “el amor eterno dura tres meses”, a lo que personalmente agrego “después de los tres meses hay que trabajarle duro para que crezca, se fortalezca y prospere”, es como una plantita que hay que cuidar seguido.

5. Lucharé hasta la muerte por este amor: vaya frase tan telenovelesca. Tomándola literal no tiene sentido ¿Por qué el amor tiene que ser una muerte? Si es el amor lo que da la vida… Por otra parte ¿Por qué hay que luchar? ¿Quién nos metió ese cuento de que el amor tiene que ser una cosa “peleada” y difícil? Siguiendo en lo literal ¿Quién quisiera vivir con el peso a cuestas de que su pareja “tuvo que morir” por su amor? ¡Qué carajos! Yo quiero a mi pareja viva, sobre todo ahora que está embarazada… y estoy seguro de que mi bebé también quiere a su mamá con vida, no muriendo tontamente por un amor.

6. Te amo más que a mi vida: ¡Tremenda carga esta! ¿Esto es amor de pareja o amor de mascota? Si miramos esta frase con detenimiento y la relacionamos con el cliché anterior (6) nos damos cuenta de lo “enfermiza” que puede ser. ¿Qué triste sería tener al lado a alguien que deje de ser él o ella para convertirse en un molde mío? Sé que hay gente a la que le seduce mucho esta idea, pero por lo menos en mi caso no. ¿Cómo puede ser el “amor” que da alguien que no se ama a sí mismo? Sencillamente la más pura y venenosa muestra de sumisión y dependencia. No se me ocurre otra cosa.

7. El tiempo todo lo cura / el amor sana las heridas: la idea del tiempo en sí mismo alimenta varios clichés alrededor de la idea del amor, además que ha servido de fuente de inspiración para muchas novelas y poemas. He conocido gente que se ha metido con la persona “equivocada” pensando que ellos mismos, por la mera fuerza del amor, lograrán “transformar” a esa persona. Mucha de esa gente, varios años después, sigue esperando un cambio que nunca se dará.

Este cliché puede llegar a tener dos caras: una es la de quien espera un cambio y la otra es la de quien será sujeto del cambio. Como dice Eduardo Galeano, intentar cambiar las opiniones de alguien es una forma de “colonialismo mental”, además que, si lo miras con detenimiento ¿Cuál es el amor que hay ahí? ¿Cómo puedo decir que amo a alguien si de entrada no lo acepto y simplemente me doy a la tarea de “cambiarlo”? Claro está que una cosa es que al compartir con alguien yo mejore.

El tema se complica cuando tienes una pareja que te dice: ¡Yo voy hacer que hagas esto o que pienses lo otro o que actúes de determinada manera! (Sí, también la tuve) ¿Habrase visto semejante prepotencia? Muchos hemos caído en esto, tanto del lado de la víctima como del victimario (Sí, también lo hice). Por otro lado está la tendencia a la pasividad y a dejarle todo al tiempo, creyendo que las cosas se arreglarán solas… y aguantamos y aguantamos sin decir nada, sin reclamar, protegiéndonos del dolor de estar solos, cuidándonos de no perder la compañía que tenemos y agarrándonos de alguien para tener con quién pasar el sábado ¿También te ha pasado a ti…?

El tiempo sigue contando y se alarga si no actuamos ¿Hoy día sobre qué tienes que actuar? Piénsalo y hazlo tan pronto como puedas.

Hasta aquí llega la entrada hoy. En la segunda parte continuaremos revisando más clichés sobre el amor y las relaciones de pareja: el amor verdadero, el amor que se arregla solo, los polos opuestos y el amor perfecto sin problemas ni conflictos, entre muchas otras cosas.

 

 

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5 comentarios en “La princesa engorda y el príncipe azul destiñe: 16 clichés sobre el amor y las relaciones (P-1)

  1. en gran parte de acuerdo pero no por eso hay que negar y subestimar la magia . el cliché mas peligroso en mi opinión es el del «amor de mi vida» , ese es terrible. en todo caso que el amor de nuestra vida sea Dios.

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