Qué es el minimalismo

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¿Qué es minimalismo vital? ¿Qué es vivir una vida sencilla?

Una forma de definir el minimalismo es como un estilo de vida, una tendencia en la manera de existir y de relacionarnos con todo lo que nos rodea y lo que tenemos, caracterizado por la reducción consistente del consumismo y en general de toda compra compulsiva; la búsqueda de una vida personal más significativa y menos apegada o cosas materiales; una búsqueda permanente de disfrute en cosas sencillas y significativas; una renuncia a caer en las trampas del sistema social y en la compulsión de querer impresionar o agradar a los demás a través del estatus, las posición y el tener.

En resumen: ¿Qué es minimalismo? podríamos decir que el minimalismo es la búsqueda de una vida más significativa a través del cuidado de aquello que más nos importa en la vida.

Puede ser natural pensar que el minimalismo es una forma “sofisticada” de explicar la tacañería, pero es todo lo contrario. Se puede ser un minimalista en una vivienda grande o en una casa chica. Se puede ser un minimalista usando el transporte público o teniendo tu propio auto. La cuestión se reduce a la búsqueda de lo más sencillo, de lo que menos impacto genera, de lo que más disfrute y felicidad nos trae, de lo que simplifica más la vida, de lo que nos ayuda a descomplicarnos más. De hecho, se puede decir que el minimalismo no necesariamente es una cuestión financiera. El minimalismo tiene que ver con un enfoque de “vida sencilla”, una manera de abordar la realidad en un mundo cada vez más complicado. Hay multimillonarios minimalistas.

Otra clave esencial del minimalismo es la noción de libertad. Pero no se trata del convencional asunto de la libertad del discurso de “yo hago lo que quiera” sino la genuina responsabilidad por la propia existencia, por las propias decisiones (libre albedrío) y por construir la vida que realmente queremos. Adicionalmente, el minimalismo tiene que ver con el valor de establecer nuestras prioridades vitales, eliminando aquello con lo que no vibramos o que no resuena con nuestro genuino ser interior.

Tener lo necesario, ser capaz de cubrir lo mínimo y embarcarnos en actividades cada vez más simples y significativas, contradice la lógica dominante de la carrera de ratas, la exhibición, la auto–validación a través de la capacidad de consumo y el estatus a través del tener más que los demás. El minimalismo no es “deshacerse” de todo y listo ¡Por obra y gracia del “espacio extra” ya eres minimalista! No, de hecho puedes tener muchas cosas, pero las cosas no te tienen a ti. Todo lo que tienes está contigo porque tiene significado y te ayuda a tener una vida más feliz. Tal vez esta sea la parte más difícil de entender.

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Lejos de todo dogmatismo

El minimalismo no es ni una secta, ni un grupo, ni una corriente, ni una religión, ni una teoría, ni siquiera un modelo. Sabemos qué es el minimalismo, pero cada quien opta por construir y vivir su propia versión. El minimalismo es en esencia autenticidad, el minimalismo es una opción personal y se sostiene dependiendo de lo genuino que seas. El minimalismo, por ahora, no tiene corrientes, ni tendencias en su interior, ni fracturas ni cuentos. Es lo que es, es una sola cosa ¡Y punto!

Si quieres optar por una vida mínima en el campo teniendo tu huerta y una pequeña casa ¡Es tu opción! Si alguien pregunta si puede comerse un buen filete a la parrilla y tener un Rolex y al mismo tiempo ser minimalista ¡También! El minimalismo no se trata de un dogma, ni de sentirse moralmente superior que los demás, ni de crear una nueva dualidad diferente a la del “maximalismo” o del “consumismo”.

Debe haber alguien gritando ¡Entonces esto del minimalismo es todo y es nada! Al fin ¿qué es mininalimo? … Me temo que tiene razón. El minimalismo no se esfuerza en ser algo más allá de una opción personal, de una opción por una vida más sencilla. Vivir con estas características naturalmente termina alejándose de la posibilidad de “ser algo muy definido”, la sencillez termina por diluir cualquier discurso y cualquier estilo elaborado. La sencillez es pura conexión y puro sentido. La única meta del minimalismo es encontrar lo genuino, vivir la vida tal como es sin afanes, sin cuentos, soltando tantas ansias aprendida y deshaciéndonos de lo que no nos importa.

Esto no es tacañería ni ascetismo, es suficiencia

Reitero que el minimalismo es una decisión de vida y, por su propia esencia, se basa en recuperar unas reglas mínimas existenciales. Esto significa que sería improcedente una “lista de chequeo del minimalista”. Adicional a eso, la opción minimalista puede variar sustancialmente de una persona a otra, de una cultura a otra, de un ambiente a otro, de un país rico a un país pobre.

Hay contextos que ofrecen unas u otras posibilidades. El juego personal está en saber cómo jugarle al minimalismo, cómo vivir con lo esencial, cómo tener lo importante y cómo existir con lo que consideramos esencial. Si tu minimalismo se reduce a tener un bonito auto para pasear por el mundo y un pequeño departamento con un cuarto, una cama, algo de ropa y tus artículos de aseo, será suficiente para ti, será tu versión de minimalismo.

Si optas por irte a vivir al campo, en medio de una vida llena de privaciones y sacrificios personales, casi sin comida y con un sentimiento permanente de auto–castigo, estás confundiendo las cosas. Esto es ascetismo, casi una práctica mística, pero no está ni cerca de ser el sencillo y terrenal minimalismo.

Así que esta es tu opción. Ya sabes qué es. Tú decides.


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