
Cuando dejamos el móvil en modo avión sabemos que ese ícono lo detiene casi todo, pero hasta cierto punto podemos seguir operando el equipo y haciendo otras cosas en él. Una parte se adormece, se desconecta para no molestar y el resto sigue andando normalmente o con funciones restringidas.
Lo que nos ocurre en este momento nos da la lección desde la función que es fundamental para sobrevivir: Respirar. Nos acostumbramos a respirar agitados, a respirar mal. Somos poco conscientes de la forma como respiramos. No nos detenemos a respirar ni le damos respiro a nada… y peor aún, detenerse a respirar es visto como un signo de debilidad, falta de motivación, distracción, improductividad y desinterés.
Lo que pasa ahora puede ser un símil del “modo avión”. Tal y como le he visto a mucha gente ignorar la orden de activarlo durante los vuelos, luego de que la tripulación lo solicita, así luce lo que nos pasa ahora a todos. Creo que muchos de ustedes están tan hastiados de conversar del asunto del Covid–19 como lo estoy yo y de toda la ola de info–toxicación estupideces, ansiedad y poesía que ha desatado; así que por ahí no será el tema esta vez.Leer más »
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...