Lo que me hubiera gustado que me enseñaran sobre el dinero

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Lo bueno de tener la edad suficiente para poder contar los eventos por décadas es que te permite comparar y poner las cosas en perspectiva. Uno de los problemas que afrontamos cuando tenemos poca edad es que casi todo es reciente, nos cuesta trabajo ver los patrones vitales y creemos fácil “en versiones únicas”. Los años van aportando variedad, pero también algo llamando “experiencia” y empezamos a creer que todo se puede predecir basado en el pasado. Este es un tremendo error que, si nos descuidamos, complejiza la vida.

Esta entrada es el comienzo de varias en las que le contaré a mi “yo pasado” lo que mi “yo presente” ha empezado a entender a medida que abre los ojos y va despertando. Iniciemos con siete lecciones relacionadas con la vida financiera.

1. Aprende a relacionarte sanamente con el dinero: Tal vez ya sepas que muchos de los “males sociales” de hoy tienen que ver con la enfermedad por el dinero. Tenemos una relación patológica con algo que no es más que una idea, algo virtual que “acordamos” que existiera para poder sostener nuestras relaciones de intercambio. Entiende bien que el dinero por sí mismo no es ni bueno ni malo. El dinero no es más que un instrumento.

El problema de fondo es que convertimos el dinero en la medida de todas las cosas, incluso de aquellas que ni siquiera se pueden medir. Vas a vivir en un “mundo mercantilizado” y llegarás a un punto en el que esta frase se volverá en un cliché para ti, e incluso la anestesia social no te dejará entender por qué, pero verás que todo poco a poco empieza a tener precio y a volverse en un negocio de intercambio. Tú mismo te descubrirás siendo una “mercancía” e inconscientemente te sentirás bien o mal por ello. Si esto te pasa, ocúpate rápido de salir de ahí porque no eres ni una cosa ni la otra.

carrera-ratas-22. Escapa de la carrera de ratas, del exceso y del consumismo: El sistema económico en el que vives te meterá en una carrera de ratas. Imagínate a ti mismo como un ratoncito metido en una de esas rueditas, corriendo y corriendo sin poder salir de ahí. Hay quienes dicen que la salida de la carrera de ratas dependerá de que te hagas rico, hay otros que decimos que la salida pasa por aprender a vivir con lo suficiente por mucho tiempo. Todo es cuestión de enfoques y de una apuesta por la sostenibilidad.

Algunos hemos resuelto esa pregunta trabajando, ahorrando, teniendo arraigo por algo y haciendo algunas inversiones. También hay acepciones interesantes: Hace poco supe el caso real de alguien que literalmente no tiene nada en la vida, ninguna posesión ni nada que lo amarre; simplemente trabaja un año y vive en alquiler en apartamentos amoblados, cubre sus gastos básicos y el resto del dinero (que seguramente es lo suficiente) lo ahorra para viajar todo el siguiente año… este hombre ya se conoce el mundo entero y su vida es una experiencia en sí misma.
¿Cuál camino es mejor o peor? ¿Quién está haciendo las cosas bien o mal? No importa. En la conversación en la que me enteré de este caso alguien dijo que le parecía muy arriesgado vivir así, qué cómo sería la vejez de este hombre y cómo se puede vivir sin alguien al lado. Sólo atiné a decirle a esta persona: ¿Te has dado cuenta de la cantidad de miedos y creencias que tienes? Fórmate tu criterio y llega a tus respuestas, pero lo que sí te quiero decir es que estos son niveles de libertad diferentes. La libertad es valor y consecuencia, es creencia y acción, por lo que se necesita tener coraje para decidirse a ser libre. ¿Cuál es la medida de tu libertad financiera?

3. Es importante tener un presupuesto y cumplirlo: Los presupuestos nos ayudan a saber en qué se nos está yendo el dinero, cómo debemos distribuirlo y cuál es la forma de proyectarnos hacia el futuro. Me hubiera encantado que me enseñaran a entenderme como una empresa y a manejar mi propio dinero con ese rigor, y aunque puedo decir que no he hecho grandes tonterías en este sentido, sí hubiera podido tomar mejores decisiones en el pasado… aunque también los errores en sí mismos fueron bastante educativos.

4. Ten presente que difícilmente nos pensionaremos: Sólo quiero recordarte que los sistemas de seguridad social del mundo están quebrados y, si no lo están, van camino a estarlo tarde o temprano.  Ten presente que tampoco podemos vivir la vida pensando que duraremos tanto. La vida es ahora y hay que aprovecharla ya. No tiene nada de malo que ahorres responsablemente para tu vejez, pero cuídate de que eso no le reste posibilidades y tranquilidad a la vida presente. ¿Estás seguro de que vas a disfrutar tu pensión?

5. Aprende a jugar con los bancos, la deuda y el apalancamiento financiero: Me enseñaron que endeudarse era malo y que los bancos son unos monstruos.  Eso en parte es cierto, pero también es una realidad que hay deudas que vale la pena tomar.  Te explicaré de qué te hablo:

buen-banco-mal-bancoPor el lado de los bancos, siempre tienes la opción de buscar una buena tasa, bajos costos financieros, entre otros beneficios. Cuídate de cometer el error de escoger un banco porque tiene buena publicidad, una bonita imagen o la oficina queda cerca de tu casa. Busca el banco que esté menos interesado en sacarte los ojos y quedarse con tu dinero.

Otra cosa es que los bancos hacen lo que sea por raparse los clientes entre sí; una forma de hacerlo es a través de las compras de cartera (compra de deuda) en las cuales, por ejemplo, tú tienes un crédito en tu banco habitual a una tasa del 16% efectivo anual y otro banco está dispuesto a comprarte esa deuda a una tasa del 10%. Es una alternativa genial para acceder a dinero barato.

Otra forma es que simplemente saques un crédito “caro” y al mes siguiente busques una compra de cartera y ¡Zaz!, ya tienes dinero barato de nuevo. Esto también funciona para las deudas de tarjeta de crédito o incluso para el préstamo de tu vivienda. A tu banco, cuyo negocio es el de colocar créditos, no le gustará que hagas esto y es posible que te contraoferte antes de que otro banco compre la cartera… si eres hábil puedes conseguir la renegociación de una buena tasa ¿Quién dijo que teníamos que estar a merced de los bancos? En realidad estamos a merced de nuestra ignorancia que nos quita poder de acción.

Por otra parte, endeudarse puede ser bueno si vas a comprar algo productivo que genere ingresos (hacer una inversión). Hay mucha gente que piensa en ahorrar mucho tiempo y luego invertir lo ahorrado o pagar de contado. Se me hace que en ocasiones esto tiene un costo de oportunidad alto. Endeudarse, cuando se hace para invertir y comprar activos, es una forma inteligente de “enriquecerse” (crear abundancia) con el dinero de otras personas… sí, precisamente con el dinero de esas personas que juiciosamente van y lo depositan en sus cuentas bancarias.

Endeudarse es bueno cuando te lo prestan al 12% efectivo anual y tu inversión te renta más que ese porcentaje (o incluso el mismo, no importa) y encima tú no tienes que hacer ningún esfuerzo para pagar el crédito porque la rentabilidad del dinero invertido te ayuda a pagar esa deuda. Esto no nos lo enseñan en ninguna parte.

6. Endeudarse es perverso para consumir, viajar o alardear con tonterías: La mayoría de “educación financiera” que tenemos va en la vía de endeudarnos para consumir ¿Vas notando el juego? Revisa la publicidad y notarás que siempre te invita a consumir a través del endeudamiento.

Incluso comprar tu propia casa con deuda eventualmente puede ser un mal negocio… insisto en lo de “eventualmente”, todo depende de las condiciones en las que lo hagas porque no siempre es así. Otra forma común de deuda es usar la tarjeta de crédito. Mi consejo es que aprendas a usarla sabiamente para administrar tu liquidez y que difieras las deudas a un mes (por lo menos en Colombia, cuando se hace así, no te cobran intereses. No sé cómo sea en otros países). Las tarjetas son útiles para compras por internet, para viajar o para evitar tener que andar con mucho efectivo en el bolsillo, pero de lejos son la peor y más costosa alternativa de financiación. Esto tampoco me lo enseñaron. Te ruego lo tengas presente.

7. Utiliza la lógica de “provisionar” y de ahorrar: Provisionar no es más que destinar una pequeña porción de dinero mes a mes o semana a semana para que al momento de que llegue el cobro ya tengas con qué cubrir el pago sin que se haga un boquete en tus finanzas. Esto requiere disciplina y organización, pero la recompensa es una vida más simple y sin afanes financieros. Te sorprenderás cuando mucha gente a tú alrededor te vea con cara de sorpresa y te pregunte: ¿Cómo haces…? No hay necesidad de contestar… esta es la clase de gente que dice que “el dinero disponible se les vuelve plata de bolsillo”… y desde luego esta es una forma irresponsable y derrotista de pensar: el dinero controla a estas personas, no ellas al dinero.

ahorro-simpleOtra clave para construir una vida simple tiene que ver con ahorrar para “poder estar listo”. No necesariamente todo lo que ahorramos tiene que hacerse con una destinación definida. El ahorro nos da la oportunidad de tener un dinero disponible para aprovechar las oportunidades sin que se nos vuelva un complique financiarnos. Si nos quedamos sin ingresos el ahorro es un bote salvavidas… si nos resulta la oportunidad de invertir de inmediato, podemos aprovechar la ganga… si estamos en una emergencia podemos hacerle frente sin afanes. En resumen, ahorrar es una forma de “comprar” simpleza futura, es una forma de descomplicar el acceso a las soluciones antes de que estas se requieran.

Para finalizar, nada de lo que comenté anteriormente tiene que ver con el nivel de ingreso; eso es lo de menos. Lo que me enseñaron sobre el dinero tenía más que ver con la dificultad para conseguirlo y el miedo a gastarlo; poco me enseñaron a usarlo inteligentemente. Esto inicialmente generó una tendencia a sentirme cómodo “atesorándolo” en vez de moverlo. Tampoco me contaron bien que el dinero es una idea, que no es nada tangible y que de hecho, en el mundo de hoy, cada vez es más virtual. Tampoco me contaron que el dinero es un medio, un instrumento, una herramienta, algo que se usa para cerrar intercambios. No me mostraron que lo ideal es que el dinero fluya, que vaya de un lugar a otro, que sea una idea que se materializa en otras.

Y a ti ¿Qué te hubiera gustado que te enseñaran sobre el dinero?

En la siguiente entrada conversaremos sobre lo que me hubiera gustado que me enseñaran sobre la vida terrenal. Espero que a tu “yo presente” le hayan calado estas enseñanzas.

4 comentarios en “Lo que me hubiera gustado que me enseñaran sobre el dinero

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