
Salir del esquema de víctima
Justicia, todos te reclaman para sí, pero casi ninguno es capaz de compartirte con otros. Actuamos con crueldad y desconocemos el balance consciente que demanda la Justicia. Cuando creemos estar en la presencia de este arquetipo, lo más probable es que experimentemos una tergiversación de nuestra idea personal de lo que es justo o injusto.
Este arcano nos habla de un poder asociado a la capacidad de mantener el equilibrio en cualquier situación. Normalmente pensamos en la Justicia asociada a una fuente de castigo y represión frente alguna falta, pero muy poco como una forma de restablecimiento del orden. Si el Emperador es quien fija el rumbo y “aterriza las cosas”, la Justicia es la que se encarga de que se mantengan en su curso, de que “no haya un desmadre” qué lamentar después.
Por eso el Emperador y la Justicia se sientan en sus tronos, porque desde ahí gobiernan el mundo en un nivel más intelectual. No obstante, la Justicia hará lo que corresponda cuando haya que restablecer el equilibrio perdido, incluso ordenar alguna “eliminación necesaria” o de invocar las fuerzas destructivas del arcano de la Torre (16) y las renovadoras del arcano de la Muerte (13). La Justicia no tiene compromisos con nada ni con nadie, su única función es mantener el equilibrio entre todo el orden implicado.
Por eso, cuando nos conectamos con la simbología arquetípica de este arcano, nos damos cuenta de que lo que parece una desgracia, encierra también un propósito sagrado de experimentación y aprendizaje. Al ego le cuesta comprenderlo y asimilarlo, por eso se desmorona, patalea, reniega y se queja. Ese empleo que “no nos resultó”, esa relación de pareja que se desmoronó y no funcionó, ese proyecto fallido, ese negocio que se cayó… y otra infinidad de ejemplos similares nos parecen injusticias, sobre todo si hemos puesto mucha energía y dedicación en ellos.
Pero ¿qué nos enseña esto? Tal vez nuestra incomodidad tiene su origen en nuestra incapacidad natural de visualizar y comprender instantáneamente la “imagen completa” (big picture) de la situación que afrontamos. ¿Cómo se entiende esto? Sencillo: Meses después de aparentemente perder esa oportunidad de empleo que queríamos, nos damos cuenta de que en realidad no era tan buena empresa o que luego nos vendría una oportunidad incluso mejor… Esa persona que nos rechazó o con quien finalmente no pudimos estar quizás no era la “maravilla” que creíamos o simplemente nos mostró que teníamos cosas en nosotros por resolver… y como este, con seguridad que te han ocurrido varios casos.

Es fácil sentirnos víctimas, castigados o humillados… sin decir que en la práctica esta clase de cosas ocurran, porque desde luego muchas son reales y tangibles. A lo que vamos es que nos hemos educado como víctimas que sentimos que el mundo está en nuestra contra y nos ubicamos en el extremo del dolor. ¿Quién quiere sentir dolor y, fuera de eso, repetirlo? Nadie, y por eso nos “prevenimos”, le hacemos el quite a la aparente injusticia, para no salir heridos de nuevo, pero esto al mismo tiempo nos aleja de la realidad que encierra la Justicia y el equilibrio que se restablece luego del desequilibrio.
El arquetipo de la Justicia nos conecta con la relación causa–efecto de la vida, o lo que también conocemos como “Ley del Karma”. Por eso la Justicia es una invitación al empoderamiento, a ubicarnos en el polo opuesto de la víctima que siente que todo le pasa a ella y que el mundo se lo debe todo. En este tiempo de ofendidos y sensibles por millares, el arcano de la Justicia nos trae de vuelta a la capacidad de apreciar las cosas en su justa medida… a comprender que lo que nos hacen también nos lo dejamos hacer, que tenemos opciones y al mismo tiempo somos responsables por las consecuencias de lo que elijamos.
¿Y si nos obligan? ¿Y si nos amenazan y nos coaccionan para hacer algo en contra de nuestra voluntad y se pone en riesgo nuestra vida? ¿Cuál es la Justicia? ¿Cómo recuperar el equilibrio? Esta es la sombra misma del arcano de la Justicia, porque hay formas de ejercer el poder sobre otros a través de la intimidación y el miedo, sin que aparentemente podamos hacer nada al respecto. Tal vez nos corresponda revelarnos y asumir las consecuencias de nuestra rebeldía. En eso consiste la responsabilidad y el ejercicio de la libertad, que son en últimas, hermanas de la idea de la justicia.
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😐
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Buenas! Cuando pienso en justicia, pienso en que es una creación del hombre y no tanto del universo. La ley de correspondencia sí lo es pero la justicia es una falacia. Las cosas se dan porque de ahí tenemos que aprender como observadores de nosotros mismos. Es quizas por eso, al ser creación humana, que la justicia se encuentra antes del arcano XIII. Solo es una reflexión y no sé si está dentro del «postposito». Gracias de nuevo por tus publicaciones. Saludos!
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Sí, la idea de justicia es limitada y relativa, también sujeta al ejercicio del poder. Este arcano se va más del lado del mantenimiento del equilibrio natural, que no depende la «mente». Gracias por pasarte por aquí.
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