
La disyuntiva y la decisión
La vida muchas veces nos pone a decidir entre dos caminos. Si giramos para un lado o para el otro, cada decisión traerá consecuencias. Por eso es que decir SÍ es decir NO al mismo tiempo (y viceversa).
El arquetipo del Enamorado muestra el arraigo al pasado, las dudas del presente y la incertidumbre sobre el futuro; nos conecta también con la aparente necesidad de ser exactos y certeros en la decisión que tomemos, tal y como es la flecha de Cupido (Eros).
Tal vez te quedes en la comodidad de casa o te abras a crear un nuevo hogar y esta no es necesariamente una decisión que pase directo por las manos o la realidad única de la vida en pareja, sino que recoge muchos más aspectos de otras decisiones trascendentales que quizás ya hemos tomado en la vida.
Este es también el arcano del libre albedrío y de la responsabilidad por las consecuencias que traen nuestras decisiones. Es un arcano ambiguo porque su influencia en nuestra vida depende también del contexto en el que estemos; puede ser que nos esté hablando de nuestra relación de pareja, pero en otros planos nos pone en el juego de las decisiones que nos corresponde tomar.
No en vano, también se relaciona con la vibración del número seis (6), un número de equilibrio, representado por la estrella de Salomón, una estrella de seis puntas que al mismo tiempo representa la unión de los opuestos: masculino – femenino, abajo – arriba, claro – oscuro, etc. En cualquier caso, no nos deja indiferentes, porque tenemos que tomar una posición y conciliar nuestros opuestos, integrar polaridades.

La simbología de este arcano, aunque naturalmente tiene un peso interior, es quizás la que trae más carga exterior hasta ahora, por eso puede llegar a ser tan ambigua e incómoda, todo dependerá del contexto. El mundo exterior se nos presenta lleno de colores y posibilidades, cualquier cosa puede ser y estar, por eso también nos incomoda esta imagen en tanto nos exige mantenernos en nuestro centro al momento de optar por un camino, por una vibración determinada.
Estar a dos pasos o tener un pie aquí o allá, puede ser la sombra de este arquetipo. Cuando nos mantenemos en una relación o en un lugar en el que no queremos estar, a pesar de que sabemos que ya es momento de retirarnos y soltar, cuando seguimos soportando a un ser a nuestro lado sin que esto nos llene el alma, nos enfrentamos a la sombra del símbolo de los Enamorados.
¿Te has visto enfrentada a un nuevo camino? ¿Cuáles son las dudas o certezas que te han planteado? ¿Al final por cuál camino te has decantado?
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