14. La Templanza que calma las aguas

El balance de la fuerza emocional

Este arquetipo nos conecta con el balance del punto medio. No estamos arriba, pero tampoco abajo; con la Templanza encontramos ese lugar donde nos enfocamos en hacer las cosas con tino y tacto para que se manifiesten con claridad. Este arquetipo nos muestra que los procesos no se deben violentar y a que cultivemos la paciencia.

Por eso esta clave está después de la Muerte y antes del Diablo, porque es una simbología de transición y tiempo necesario para que las cosas germinen. La oruga muere a su realidad como “gusano” y pasa un periodo necesario para que se convierta en mariposa; la semilla deja de ser un simple “grano” para germinar, echar raíces y dar paso a una nueva planta. Todo esto toma el tiempo que haya de tomar, no se puede forzar y, si lo aceleramos abruptamente, dañamos el proceso.

La Templanza nos invita a no desesperarnos, a no correr o imponer una forma determinada de hacer las cosas, a respetar los ciclos naturales. Conectado con este sentido, es también un arquetipo que se vincula a nuestro manejo emocional, con mantenernos estables e imperturbables frente a las tensiones y las presiones de la vida. Este arquetipo no tiene que ver nada con el control, sino con la capacidad de mantener el centro, por eso quizás es tan difícil de comprender e integrar en nosotros los humanos actuales, porque vivimos a las carreras.

El arquetipo de la Templanza en sombra nos habla de la incapacidad para la contención, la reactividad, el desbordamiento emocional y los estallidos. Cuando creemos que estamos “controlando” y “aguatando”, lo que realmente estamos haciendo es cargar una olla a presión que en cualquier momento explotará y hará daños. La represión es contraria a la Templanza, es precisamente su sombra, porque la capacidad de contenernos está lejos de necesitar ser forzada, es natural y surge de una convicción de cuidarnos y cuidar todo lo demás.

Nadie pone la mano en la llama, no hay que reprimir el deseo de no quemarse, es algo natural porque sabemos lo que eso implica. Lo mismo ocurre con la Templanza en otros contextos, es una contención consciente y natural, no hay que forzarla. Por eso el celibato puede ser tan problemático (sin decir que sea bueno o malo), difícil de llevar y desemboca en expresiones sombrías cuando se actúa en respuesta a un dogma y desobedeciendo a una decisión genuina; este es un buen ejemplo de las implicaciones de la Templanza en las decisiones personales que tomamos a lo largo de la vida.

Como nos lo indica la consciencia maestra llamada Seraphis Bey:

“Aquellos seres que son temperamentales, irritables; aquellos seres que explotáis con facilidad porque tenéis un fuego interno aumentado os vais a beneficiar de esta clave porque ayudará a atemperar esas fuerzas, a integrar, a conciliar, a fluir desde un poder masculino más armónico. Aquellos seres que buscan trabajar su paciencia, su constancia, también se van a beneficiar de este poder”.

El arquetipo de la Templanza se relaciona con el balance que surge de la integración de los opuestos en nosotros, del mantenimiento del equilibrio de fuerzas y de la unificación, la pacificación y la armonía, de darle a cada parte de nosotros la atención que merece.

Si estás en un momento de tu vida donde es importante concentrarse, armonizarse y mantener la calma, el arquetipo de la Templanza es una poderosa simbología de soporte. En medio de todo este caos en el que vivimos, la idea de la Templanza puede hacernos creer que nos alejamos de la realidad y que nos “escondemos” en un reino divino e irreal, pero de ningún modo es así. La Templanza, por el contrario, nos sirve como soporte para sobrellevar las tensiones de un mundo exterior apuntalado en el desequilibrio y que a todo momento nos quiere sacar de nuestro centro para dominarnos.

Si estamos en nuestro centro siendo quienes somos, activamos una parte oculta de nuestro arquetipo de la Fuerza (8) que se manifiesta de forma sutil y sin proponérnoslo a través del arquetipo de la Templanza, que es la fuerza de las emociones.

Nota: Al comentar puedes dejar vacíos los campos de datos personales, si así lo deseas.

🙂

4 comentarios en “14. La Templanza que calma las aguas

  1. Leí en alguna parte que nacemos con ángeles o maestros protectores a los que les podemos pedir cuando necesitamos apoyo y nos sentimos solos (en realidad no estamos solos, estamos con ellos). Me ilusiona pensar que la templanza está a mi lado y que puedo pedir a ella su protección y guía, lo voy a probar. Definitivamente esta entrada qué haces resuena mucho conmigo y mi proceso actual de vida. Gracias 🧙‍♂️

    Le gusta a 1 persona

Tus comentarios le dan vida al sitio:

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.