La unidad con el cosmos

Nos han hecho creer que hay gente que nace con estrella y otra que parece estrellada… el arquetipo de la Estrella nos habla de la conexión que tenemos con el cosmos y todo lo que existe en él. Nos habla de bendiciones y de abundancia.

En su simbología nos presenta el principio femenino en una actitud contemplativa, dándonos a entender que esa conexión con el universo se establece en el nivel de la meditación. Cuando somos capaces de apagar el ego y quitarle su poder, cuando nos centramos a través de la respiración, la quietud y cualquier otra técnica meditativa, somos capaces de armonizarnos y vibrar en la longitud de onda del cosmos.

Cualquier búsqueda personal relacionada con el desarrollo del espíritu, nos conduce a la activación de este arquetipo. Por eso se ubica inmediatamente después de la Torre, porque cuando somos capaces de bajarnos del ego, quitarle su poder y sustancia, podemos vaciarnos para integrarnos con la sustancia del mundo que nos rodea.

En este sentido, se nos dice que:

(…) Dedicar tiempo y espacio a la meditación es un compromiso personal, es una vivencia y la carta de la Estrella os recuerda que ese es el camino que más favorece la evolución. Es un camino que necesita asumirse, que necesita perseverarse. (…)

(…) Aquellos que aún no meditáis en total consciencia o que se les hace difícil establecer la disciplina en la meditación, os vais a beneficiar del trabajo con esta carta. Aquellos que establecéis un nivel de percepción en maestría y que estáis cultivando vuestros dones igualmente lo vais a hacer. En resumen, todos los seres en una búsqueda personal podrían y necesitarían trabajar con esta clave sagrada.

(Seraphis Bey)

La simbología de este arquetipo nos conecta con nuestros dones intuitivos. Es también un símbolo de descubrimiento, éxito y alegría a través de nuevas experiencias y aprendizajes.

La Estrella también te dice: todo saldrá bien…

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