Pareciera que vivimos tiempos en los que “ser hombre” es como una especie de culpa y sospecha constante de que algo malo has hecho o de que muy pronto lo harás. Lo masculino y todo lo que se le relacione, se ha convertido en una clase de “negatividad ontológica”, es decir, “por el hecho de ser hombre” naciste con una clase de defecto o pecado original.

Que si la agenda “woke”, que si la agenda 2030, que si esta estrategia o la otra… no importa, todo parece un complot “conspiranoico” socialmente aceptado y políticamente correcto. Ya parece que hay que separar más “las cosas” para que una tome relevancia sobre la otra…

El feminicidio es tratado aparte y es más “grave” (mediático) que el homicidio en general. Ahora la guerra es contra el “patriarcado”, con lo que sea que eso represente en una época donde las mujeres van más a la universidad que los hombres y donde ellas ya son astronautas, programan computadoras y son presidentas de países… Claro, hay excepciones: culturas, naciones, religiones y costumbres… pero siempre que se critica una ideología, también hay que hacer un juicio crítico de sus autores, su historia y su contexto. 

Tampoco niego la realidad de muchos crímenes y abusos contra la mujer… así como los innumerables que también hay contra los hombres. Hace poco veía un par de noticias de madres prostituyendo hijas o abusando físicamente de ellas. Son hechos que se vuelven un crimen más… ¿Qué hubiera sido si el victimario directo fuera “hombre”? Tal vez hubiera terminado en una marcha airada.

Hay una obsesión por el feminismo intocable, moralmente superior y acrítico… me voy a meter en un problema publicando esto… tal vez sean ganas de hacerme enemigas. Ahora hay muchos (y muchas) políticos en campaña “en pro de la mujer…”, eso vende, da votos.

También conozco mujeres haciendo daño, excluyendo, abusando y maltratando… quizás la proporción sea menor que la de hombres… o tal vez la forma de hacerlo sea distinta y más soterrada, también es un punto a debatir. Pero los respetos, el cuidado y el amor a los demás no puede ser un tema de género ni una obligación exclusiva de un lado para el otro. Generalizar siempre será peligroso, una derrota de la inteligencia y la razón.

También reconozco que nos corresponde a los hombres sanar y forjar nuestras nuevas masculinidades, pero eso no se hace solo por contraste, esa es una trampa peligrosa, pretender definirnos desde “lo contrario de ser mujer” o “por lo que le funcione a las mujeres”.

Ya uno no sabe ni qué dice, ni cómo expresarse. Damas, no son todas, no son todas, muchas de ustedes también son sensatas y están despertando a esta realidad. Tal vez tanto interés por explorar Marte y colonizar la Luna, sea para expulsar allá a todos los hombres y dejar a las mujeres solas en la Tierra propia, libres de los «dañinos y perjudiciales hombres» ¿Cómo sería un mundo solo habitado por mujeres? ¿Ahora cuál sería su enemigo? ¿Contra qué o quién se compararían? No sabemos.

Voy por el escudo y el casco…

Crédito de la imagen: https://www.saveindianfamily.org/the-silence-of-the-gentlemen/