20. El Juicio

El renacimiento en unidad

Este arcano, junto a la Muerte, la Torre y los Enamorados, es quizás uno de los que más confusión genera entre quienes alguna vez nos enfrentamos por primera vez a la simbología arquetípica del Tarot. El Juicio es fácil que tendamos a asociarlo a la idea cristiana del “Juicio Final” o el Apocalipsis, como si con el Juicio todo terminara trágicamente… Desde luego no es así, hay mucho más en este arcano.

Si en la clave de El Sol juntamos los opuestos, en el Juicio se da un renacimiento que se simboliza en las polaridades opuestas que ven nacer una figura unificada (coniunctio, hierogamia) a través de la presencia de ese niño que bien puede ser fruto de la unión de ambos, o lo que es lo mismo, “un evento de creación en unidad”, que nos permite salir de la inercia mental y espiritual de “nuestras oscuras profundidades” (las fosas). Por eso experimentamos el renacimiento a una nueva vida.

La simbología del Arcángel Gabriel, mensajero del cielo y ángel de la redención, nos anuncia el valor de este evento, el fin del sufrimiento y la cesación de nuestros dolores. Es momento de sacar al mundo nuestros dones y talento, de hacer que nuestras capacidades surjan y nazcan a la realidad exterior y que se expresen.

Este arcano nos habla de la llegada de un ser nuevo e indeterminado (niño interior), que es puro potencial y que viene a ganarse su lugar en el mundo, a la vez que es acogido por las dos polaridades que están en disposición de darle amor, nutrirle, cobijarle y guiarle. La vida adulta nos va elevando en la Torre (16.) y poco a poco nos alejamos de la naturalidad del niño interior que es libre, inocente y potencial (un Loco).

Cuando nos enfrentamos a proyectos o problemas que requieren soluciones innovadoras, este arcano de El Juicio nos aporta una visión que, si la complementamos con el cambio de perspectiva y la visión alternativa de El Colgado, llegaremos a generar perspectivas novedosas y enriquecidas. Lo que nos dice el Juicio es: “ya basta de seguir aferrados a los mismos patrones explicativos sobre nuestra vida y el mundo… la realidad es mucho más amplia”. Por eso es necesario que previamente la iluminemos con el potencial del Sol.

Si se trata de tomar decisiones y fijar rumbos, la simbología del Juicio nos lleva a sopesar los caminos conocidos y los caminos por conocer… ponerlos en la balanza de la Justicia y establecer dónde hay mayor equilibrio, incluso si se pueden combinar partes entre sí para generar nuevos caminos que ni siquiera hemos considerado.

El Juicio es el renacimiento a una nueva vida.

🙂

Un comentario en “20. El Juicio

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