Tres estudiantes no estudiaron para un examen y decidieron no presentarlo; ellos elaboraron un plan.
Se ensuciaron con grasa negra, aceite y nafta y fueron con el docente: «Profe, pedimos disculpas, pero no pudimos venir al examen, pues estábamos en una boda y, de regreso, el auto se accidentó. Por ello, estamos tan sucios, como puede ver».
El buen docente entendió y les permitió presentar en un par de días para que se preparen bien. Pasados los días, ellos fueron al examen muy bien preparados porque ahora sí habían estudiado.
El docente los ubicó en aulas separadas y aplicó el examen con solo 4 preguntas:
1. ¿Quién se casó?
2. ¿A qué hora se accidentó el auto?
3. ¿Dónde exactamente se descompuso?
4. ¿Cuál es la marca del vehículo?
NOTA: Si las respuestas son idénticas, estarán aprobados con la máxima calificación.
¡Buena Suerte!
🙂
si se hicieran preguntas así, todo mundo sería honesto, son preguntas merecidas, muy bien
Al cabo lo aprobaron?
Lo dudo mucho…
Sencillamente, genial!
Wow! A buen entendedor, pocas palabras…
Corto, directo, y con un humor negro extraordinario… BRAVO!