A veces se me hace que eso de la tal “crítica constructiva” es una mentirilla como la de las botellas de plástico con menos plástico y las balas de plomo con menos plomo. La botella de plástico sigue teniendo plástico y la bala sigue siendo bala. La una contamina a más no poder y la otra sirve para asesinar. Decir que una crítica es constructiva es como perfumar estiércol.
Eufemismo
Bien, pongámonos mamones. El diccionario de la RAE nos dice que un eufemismo es: [Una] manifestación suave o decorosa de ideas cuya recta y franca expresión sería dura o malsonante. También dice que crítica es: Analizar pormenorizadamente algo y valorarlo según los criterios propios de la materia de que se trate // Hablar mal de alguien o de algo, o señalar un defecto o una tacha suyos.
Entonces, revisándolo con calma, eso de que una crítica pueda llegar a ser constructiva es absurdo conceptualmente. Toda crítica es un juicio que hacemos sobre algo y los juicios los hacemos dependiendo de quiénes somos. Ahora bien: ¿De dónde viene eso de que una crítica pueda “construir algo”? Quizás sea una bonita forma que alguien se inventó para adornar el hecho de que hay críticas “lindas” y críticas “feas”, y que de ahora en adelante las lindas iban a llamarse “constructivas” y las feas tan solo “críticas” (o ataques).
Con todo respeto…
En mi patria, en la que somos expertos en dar rodeos con palabrería y donde ser directo se ve como una afrenta, donde nos esforzamos por ser “amables” pero somos los ciudadanos más crueles del mundo…, nos inventamos además una frase de inicio con la que se le echa “vaselina” a las críticas para que entren con más suavidad.
Dice así: “Con todo respeto…” [luego se completa la crítica]. Es como tener el cuchillo listo en la panza de tu oponente, dispuesto a enterrárselo y justo antes de hacerlo, susurrarle suavemente: “vas a sentir un ligero punzón, luego quizás te de una hemorragia interna y mueras, pero no me importa, tengo que apuñalarte ahora mismo”.
Metafóricamente hablando, más o menos así funciona esa frase. Un ejemplo: “Con todo respeto, tengo que decirte que no me parece la forma como estás manejando tu área”. Traducción: “¡Condenado incompetente de mierda, deberías hacer las cosas como me parece a mí que es correcto que las hagas!”
Crítica es crítica
Significado de constructivo: Que construye o sirve para construir, por oposición a lo que destruye. Decir “crítica constructuctiva” es como decir destruir–construir al mismo tiempo; es como un círculo vicioso. No me imagino una máquina de demolición que al mismo tiempo pone ladrillos y vuelve y los tumba y vuelve y los pone… no tiene sentido.
Las críticas son opiniones. Dependiendo de la autoridad o influencia de quien las emita tienen efecto, pero si te pones a ver, normalmente tienen más poder destructivo que constructivo. Hagamos un sencillo ejercicio práctico ¿Pregúntate cuáles son los antónimos de criticar? Probemos con la siguiente lista:
- Aclamar
- Acreditar
- Admitir
- Adular
- Alabar
- Aplaudir
- Aprobar
- Asentir
- Cantar
- Cohonestar
- Condescender
- Decantar
- Defender
- Elogiar
- Encomiar
- Encumbrar
- Engrandecer
- Ensalzar
- Entronizar
- Halagar
- Honrar
- Levantar
- Lisonjear
- Permitir
- Preconizar
- Predicar
- Proclamar
- Ratificar
- Recomendar
- Vitorear
- Vocear
Entonces, cuando criticamos hacemos todo lo contrario a esto, así nos echemos el cuento de que estamos siendo “constructivos”.
¿Juzgar o ser directos?
En resumen, no trato aquí de decir que una cosa esté bien o mal y que ahora nos debemos dedicar a decir todo lo “bonito” que pensamos y guardarnos “lo feo”, todo lo contrario. Más bien, la propuesta, es hacernos cargo de lo que pensamos y decirlo. Si queremos ayudar, puede que sirva más dar una opinión franca siendo conscientes de que estamos dando una opinión y nada más, sabiendo también que cualquier opinión es falsable o sustentable de muchas cosas y que por ende está lejos de ser verdad.
El problema es que le damos demasiado crédito a lo que creemos que son las cosas, a lo que pensamos. Tanta fuerza le damos a esas creencias que incluso llegamos hasta el extremo de negar los hechos. Igualmente, a veces estamos tan empecinados en dar nuestro punto de vista, en “hacernos sentir” y “hacernos visibles” que decimos cualquier cosa, atacamos de cualquier manera cualquier idea, así sea que empecemos diciendo “con todo respeto…”.
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Mi comentario es en torno a «La Crítica constructiva», el cual leí varias veces y realmente me pareció acertado llamar a cada cosa como se debe, es decir, criticar «es emitir un juicio de acuerdo a unos criterios propios o pre-establecidos, las críticas son críticas, si a quien se le señalan, las toma y reflexionándolas corrige y mejora lo procedente a juicio de quien recibe la crítica no al que la hace, se podría hablar de una «crítica constructiva», (porque le sirvió de algo), es decir, que quien puede tipificar la crítica no es quien la hace sino quien la recibe, dependiendo de si le fue edificante y productiva, de resto el decir que una crítica es constructiva, como inicio de emitir un juicio de valor , esperando que el otro modifique o cambie de opinión o accionar, es perfumar estiercol.
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Valioso, gracias por tu comentario
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Décimos que no hay » critica constructiva» por que nuestro ego es muy apasionado y nadie puede tener la razón por sobre la mía, es una afrenta a mi soberbia que alguien muestre mi error y me proponga un camino andado que dio mejores resultados de los que puedo obtener insistiendo en que siempre estoy en lo cierto. Los toros se ven mejor desde el ruedo y cuando aprendo a distanciarme para verme en mi falencia de la cual alguien emitió su crítica, puedo entender mi falla y su punto de vista el cual puede ser acogido o mejorado.
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