¿Hay algo más cómodo que unos zapatos viejos? Quizás se trate de esos objetos con los que convivimos a diario y que llegan a un punto en el que parecen parte de nosotros, casi como si de nuestra identidad se tratara. ¿Quiénes somos sin ellos?
Esta es la despedida a los New Balance, pero la referencia no es por la marca, sino por lo que llegaron a ser. Esa era su marca personal. Estos tenis (zapatillas) cuentan muchas historias y han pisado muchos suelos. Se llenaron de fango varias veces, se mojaron en la lluvia, soportaron el pavimento caliente, pasearon infinidad de veces en bicicleta y se sacudieron en la lavadora cuando correspondió.
Ni qué decir de los lugares que visitamos juntos, entre los que se cuentan varios pueblos y ciudades de Colombia y casi que medio mundo: Perú, Panamá, Estados Unidos, China, Turquía, Egipto, Malasia, Tailandia y Japón. ¿Si pudieran hablar qué dirían? ¿Qué historias contarían?
Caminamos mucho juntos, me soportaron con consistencia, suavidad y silencio, siempre. Dicen que los objetos son manifestaciones de la consciencia y que tienen una consciencia propia… Siendo así, ellos saben que cumplieron su misión. Les quedo agradecido.
*
Sé lo que se siente decirle adiós a ese par de zapatos que te acompañó por años. Este año cambié los bototos con los que viajé desde el año 2003, estaban horrendos pero yo los amaba. Fuimos a tantos lados juntos. Gracias a los NB por los lugares que te permitieron conocer 😀
Sí, creo que me entiendes perfectamente
Y si a los zapatos viejos le adjuntamos la cobija vieja y los bluyines viejos,entonces la senectud es el estado cuspide de la comodidad.
Yo también tenía unos New Balance, azuletes casi negros, y después de un buen rato o más bien mucho tiempo los substituí por otros New Balance… esta vez rojos y azules
Me ha dado sentimiento la despedida de tus zapatos. Tengo que hacer lo mismo con algunos de los míos, pero no he tenido valor. Buen viaje, zapatos viajeros!