Hace poco tuve la dicha de apreciar estos cuatro minutos de felicidad. Pero no es esa felicidad humana «que perseguimos» como si fuera una cosa que está esperándonos en algún lugar. Nada de eso. Se trata de la felicidad como un estado consciente producto de nuestra decisión de estar en el aquí y el ahora, de nuestra decisión de abstenernos de juzgar y de ver compasivamente lo que ocurre.

Decirlo es fácil, pero hacerlo es difícil. Ojalá recuperemos el arte perdido de la recreación. Ojalá volvamos a re-crearnos como animales, a amar como animales, a gozar como animales, a estar presentes como animales y aprender de los animales.  Ojalá volvamos a ser los animales conscientes que ya somos.

…Y si te queda alguna duda, vuelve a ver el vídeo cada que quieras.